Por: Ernesto Cantú Murillo.
La lección electoral fue evidente, los ciudadanos son los que mandan, aunque chillen llantas. Ya sea por hartazgo hacia los partidos, por la pésima labor administrativa, –de aquellos que buscaban su reelección-, o por lo que usted guste o mande, pero en la elección del 2 de junio Juan Pueblo tomó lista de presente y sorprendió a más de un Candidato comiendo moras.
Nadie se esperaba los resultados que arrojaron los conteos en las diferentes casillas instaladas a lo largo y ancho del país, algunos abanderados (as) que no los conocían ni en su casa, salieron agraciados con el triunfo electoral, derrotando a unos dizque rivales que se sentían los clásicos ‘Canutos’ ya sea en los municipios, Congreso del Estado o el mismo Congreso de la Unión.
Ahora en las pláticas de café, en los antros, en las cantinas, todavía se habla de las dichosas elecciones, la gente no puede creer que Claudia Sheinbaum, la candidata de los morenos y del Presidente Andrés Manuel López Obrador, haya obtenido poco más de 35 millones de votos a su favor, superando con 5 millones a AMLO hace seis años.
En esas mismas pláticas no falta quien se mofe de los dirigentes del PAN, PRD y PRD, a quienes les cayó como un balde de agua fría la victoria de Claudia, ya que después de que se cerraran las casillas de votación, salieron a cuadro para anunciar que su Candidata había ganado la elección constitucional.
En la noche de ese domingo fatídico, Xóchitl Gálvez había reconocido el triunfo de su contrincante política, no obstante no tardó mucho en denunciar que hubo ‘chanchulla’ en el conteo y registro de los votos en muchas casillas.
Mientras son peras o son manzanas, hace unos días, la virtual Presidenta electa se reunió con el Jefe del Ejecutivo de la Nación, Andrés Manuel López Obrador para iniciar los trabajos de transición y sentar las bases para la agenda legislativa que dará inicio el próximo mes de septiembre.
No hay que dejar de mencionar que los líderes nacionales del PAN y PRI, Marko Cortés y Alejandro Moreno, respectivamente, no tardan mucho en irse a chupar faros, aunque Cortés ya lo dijo, dejará la presidencia del albiazul porque así lo marcan los estatutos del partido después de una elección.
Por el lado tricolor, Alito Moreno, afirma categóricamente que permanecerá en el cargo, pésele a quien le pese, lo mismo que Jesús Zambrano que no quiere despegarse de la ubre aunque su partido el PRD haya perdido su registro.
