¡Honor a quien honor merece!
Prensa de la región/Ernesto Cantú M.
No cabe duda, el ex Alcalde del Municipio de Juárez, Rodolfo Ambriz Oviedo, fue el que consiguió que Félix Arriata despache actualmente en la Alcaldía juarense.
Con una labor proselitista callada, sin hacer mucho ruido más que el necesario, ‘Popo’ como es conocido entre la raza de la chancla y la caguama, logró posesionar entre los ciudadanos a un Candidato que hablando a plata limpia era un completo desconocido entre la población.
A Ambriz Oviedo, su estrategia de hacer el menor ruido posible, le funcionó de maravilla, sus contrincantes de los partidos de enfrente ya se sentían ganadores de la elección del 2 de junio, incluso bromeaban con los reporteros de la fuente, pidiéndoles entre risas, que publicaran cualquier cosa del Candidato de Movimiento Ciudadano, según ellos, -y no andaban muy errados-, no lo conocían ni en su casa.
Sin embargo, las cosas cambiaron en el transcurso de los días, el candidato del PRIAN, a la Alcaldía, Francisco Treviño Cantú, acompañado de su hermano el actual Diputado local, Heriberto, de los mismos apellidos, denunciaban que tanto Félix Arratia, como Rodolfo Ambriz, estaban realizando una campaña sucia.
Ya se sentían perdidos.
Como dijimos líneas arriba, la estrategia utilizada por ‘Popo’ estaba teniendo el éxito deseado. Cotidianamente se palpó el sentir de la gente, su molestia por el abandono en que estaban sus calles, sus plazas y parques.
La promesa de llevar a Juárez a otro nivel, captó la atención del ciudadano, que sin dudarlo, decidió otorgarle su confianza en las urnas, y, sí cumplió. Familias enteras acudieron al llamado de la democracia.
Es lógico que a estas alturas, Rodolfo Ambriz Oviedo debe estar lamiéndose los bigotes de puritito gusto, aunque no es tiempo de tirarse a la hamaca, porque hay mucho qué hacer y el enemigo no descansa.
Así, de ese pelo.