- Reflexion
PARA REFLEXIONAR
Se la llevó su hijo…muerto
Todos los días aquella señora solía llevar consigo un par de lonches junto con sus respectivos refrescos a aquel colegio alejado de la ciudad. Se pasaba un largo tiempo observando a los alumnos y maestros para luego retirarse por donde vino sin tan siquiera probar los alimentos o abrir un refresco.
Algunas de las madres que convivían con sus hijos en el recreo la hicieron su amiga. Les contó que su único hijo había muerto en un accidente automovilístico años atrás y que fue maestro de segundo año en aquél colegio.
Por esa razón todos los días convivía con él en el recreo, comían el lonche que ella le preparaba todas las mañanas y que a pesar de su muerte, estaba segura que un día él regresaría por ella.
Dijo que su hijo era muy alegre, y que en un mes de diciembre planeaba casarse con su novia, también maestra, pero de otro colegio, y que ya habían ahorrado lo suficiente para que su boda fuera muy bonita.
Les contó que un viernes al salir del colegio, su familiar sufrió un accidente en su coche cuando se dirigía a su casa. Un trailer que se quedó sin frenos, impactó de frente su coche ocasionándole una muerte instantánea.
Fue tanta su angustia y su dolor de perderlo, que no se da la idea de que ya partió hacia el cielo, por eso es que todavía tiene la esperanza de verlo una mañana en el colegio donde todos los días almorzaba junto con ella la comida que le preparaba en su casa.
Por eso no le importa que los vecinos y los mismos alumnos la juzguen de loca, pues dentro de su corazón late un sentimiento de felicidad que le dice que no se desespere pues el día menos pensando abrazará a su hijo muerto.
La historia de aquella buena señora ya la conoce hasta el director de aquel plantel educativo, quien de buena gana la invita a que pase y se siente en la sala de la dirección o en el lugar que ella prefiera pero dentro del colegio.
Le agradece su gesto, pero le platica que ella y su hijo todas las mañanas en horas de recreo acostumbraban comerse el lonche a un lado de las rejas que rodean la escuela, y así lo seguirá haciendo hasta que Dios lo disponga.
Los vecinos aledaños al colegio aseguran que ni en temporada de vacaciones aquella humilde señora deja de ir, es más ni cuando llueve y mucho menos cuando la temperatura es muy baja o viceversa.
Fue hasta un día de Semana Santa cuando los maestros y vecinos se sorprendieron al no verla por el lugar. De inmediatio se preocuparon y decidieron acudir hasta su casa. Al tocar insistentemente la puerta notaron que estaba abierta y que de su interior despedía un fétido olor.
Al llegar hasta su recámara la encontraron muerta, pero con una sonrisa en los labios y una boleta de calificación que en lugar de promedios y resultados contenía la siguiente frase: ‘Fuiste la Mejor Madre del Mundo’, cuya firma era la misma que utilizaba su hijo muerto años atrás.
Una mujer de avanzada edad dijo que la vio acompañada de un hombre joven que la llevaba abrazada rumbo a su casa y que lo vio salir justamente de aquel colegio donde impartía clases en vida.
Ahora la gente cuenta que su hijo vino por ella.