Por: Ernesto Cantú Murillo.
La esposa del ex gobernador de Nuevo León, Adalina Dávalos Martínez, está recurriendo a instancias nacionales e internacionales a fin de que atraigan el caso de su esposo, Jaime Rodríguez Calderón, quien está en prisión desde el pasado 15 de marzo, acusado de abuso de autoridad y de aportaciones ilícitas para su campaña presidencial en 2018 y por la requisa de Ecovía.
Dávalos Martínez solicitó a la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos revisar las condiciones en las que se encuentra ‘El Bronco’, preso en el Penal de Apodaca 2.
Entregó un escrito en las instalaciones de la ONU-DH de la Ciudad de México, en él acusó que a su marido no se le han respetado los derechos al debido proceso, a la salud y a la presunción de inocencia.
La ex Primera Dama de Nuevo León considera que la situación jurídica de «El Bronco» está en el limbo, por lo que ha enviado tres cartas: dos al Presidente Andrés Manuel López Obrador y una al secretario de Gobernación, para que al exmandatario se le aplique un proceso judicial justo.
Indicó que están viviendo una situación de exceso, de abusos, donde consideran que fue muy humillante la situación que vivió Rodríguez Calderón con la filtración de las fotografías al ser ingresado al Cereso.
La mayoría de los ciudadanos aseguraban que ‘El Bronco’ saldría libre en unas cuantas horas luego de su detención, y hasta se atrevían a decir que su encarcelamiento era simplemente un show mediático entre el Gobernador actual, Samuel García Sepúlveda y el mismo Rodríguez Calderón que había aceptado participar en el mismo.
‘El Bronco’ sigue tras las rejas en el Penal de Apodaca 2, aunque por el momento y debido a ciertas enfermedades que han ameritado su hospitalización inmediata, ya no está en su celda aunque sí cuenta con custodios policiacos en el nosocomio donde está internado.
El Gobernador Samuel García Sepúlveda ha asegurado que su antecesor continuará en prisión por la serie de delitos que cometió en el desarrollo de su administración.
En fin, veremos en qué termina esta película que amenaza con ponerse de mírame, pero no me toques.
